lunes, 30 de septiembre de 2019

Azuara (Zaragoza) Aragón

Azuara es una pequeña localidad de la provincia de Zaragoza, situada en las estribaciones del Sistema Ibérico, a 603 msnm, enclavada en el cauce del río Cámaras, afluente del Aguasvivas, a tan sólo 16 km de Belchite, a 13 km de Fuendetodos y 60 km de Zaragoza.

En su término municipal se encuentra el yacimiento arqueológico de La Malena.

El término Azuara proviene del árabe nombre de la tribu bereber Zuwara. Lo propone  Juan F. Utrilla, al exponer la etimolgía arábiga de muchos de los pueblos de la comarca: ”…Almochuel (¿ibn Manchuel, ‘el descendiente del Mochuelo”, apodo romance), Azuara (Zuwara) y Letux (Yegg Lettoreg) son también indicativos de su ocupación andalusí. Cuatro de estos topónimos, Nepza, Letux, Lagata y Azuara nos mueven a formular la hipótesis de que en la región se produjeron asentamientos tribales bereberes –tribus de los Nafza, Letoregg, Luwata y Zuwara–, clientes de los Omeyas, e instalados en la segunda mitad del siglo VIII para controlar la propia madina de Zaragoza y su entorno. Se trataba, sin duda, de asentamientos estratégicos que dominarán además, y mediante la instalación de grupos clánicos afines –como los Banu Gazlun y Banu Amira, pertenecientes también al clan Nafza, e instalados en las cercanas tierras de Teruel y Villel, o los Banu Razin, asentados en la Sahlah–, el corredor que unía Zaragoza con Valencia, a través de la ruta secundaria Belchite- Montalbán-Teruel, y enlazaba con el eje Molina-Guadalajara-Toledo".  (El Campo de Belchite en la Edad Media s.VIII-XV: del poblamiento musulmán al cristiano. Juan F. Utrilla Utrilla).
Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad s. XIV-XVIII

 originalmente respondía tipológicamente al modelo de iglesia fortificada mudéjar, tan difundido en Aragón durante la Baja Edad Media. Fue construida en la segunda mitad del siglo XIV, tenía cabecera recta y una amplia nave única de dos tramos con capillas laterales cubiertas con cañón apuntado.

Esta construcción fue modificada en el Siglo XVIII, momento en el que se cambió la orientación de la iglesia, se habilitó el ingreso por la antigua cabecera, donde se construyó un coro en alto, y se abrió un nuevo presbiterio en el lado opuesto, precedido por un amplio crucero cupulado en estilo barroco.
Localidad eminentemente agrícola de la deprimida comarca del Campo de Belchite, de sus 16800 ha el 80% son secano.

Azuara es atravesado por el río Cámaras, el cual sufre frecuentes, y largos, estiajes a causa del régimen hídrico de la zona, con precipitaciones de apenas 400 litros/año. No obstante la vega del río es un icono paisajístico único en la zona de Belchite.



De la misma manera que la mayoría de pueblos de Aragón, Azuara sufre una variable de población claramente diferenciada, así pues, en verano puede rozar los 1500 habitantes y en invierno no superar los 500. El fuerte impulso de eventos deportivos y culturales desarrollados a lo largo de invierno permiten a la población que "respire" durante el fin de semana permitiendo aumentar su demografía en un 40%.

La actividad económica de la zona se basa en dos sectores, el primario, en el que destacan la agricultura de secano y explotaciones de ganado (porcino, ovino y avicultura) y los servicios en el que destacan numerosos establecimientos de comercio y hostelería.

La reciente implantación de una planta de producción de cementos dota al municipio de sector secundario.

La primera referencia que tenemos del territorio en la historia parte de la ciudad celtíbera de Beligium. Datada de hace unos 2200 años, la ciudad de Beligium fue una de los poblamientos más fuertes de dominación celtíbera de la zona. Con una población de 10000 habitantes y la capacidad de acuñar moneda en plata y bronce, Beligium supuso un "estorbo" para Roma quien no dudó durante las guerras Sertorianas en arrasar la ciudad y destruirla para poder evitar conflictos y reagrupaciones posteriores. De esa época nos quedan vestigios como un "kalato" de origen fenicio y un casco de bronce en perfecto estado de conservación. Los continuos ataques de espolio y la desprotección han acabado con la mayoría del patrimonio "metal" que conservaba intacto la zona. No obstante Beligium sea posiblemente una de las mayores ciudades conservadas en España.
Arrasada la zona, el imperio Romano se reparte en ciudades y villae, de estas últimas sabemos que eran explotaciones agrícolas y ganaderas dominadas por un "patricio" y que en ocasiones podía tener hasta ejército propio. En la vega del río Cámaras se halla la villae de La Malena. Se trata de una villa tardorromana bajoimperial de 5000 m², sus dependencias se abren en torno a un atrio central con estanque. La villa de La Malena poseía 42 estancias, termas, cocinas, calefacción y desagüe, todo esto nos da a entender que la villa de La Malena era una de las más "ricas" conocida, solo comparable a las encontradas en Italia.

Bodas de Cadmo y Harmonía, La Malena
Si algo destaca del entramado de habitaciones y delata la riqueza de la villa es que alrededor del 40% de esta se encuentra decorada con mosaicos policromados con motivos geométricos y vegetales, en ellos podemos encontrar fauna marina, cruces gamadas, etc... no obstante, de todos ellos, el más importante es el dedicado a "las bodas de Cadmo y Harmonia", en la representación, Zeus preside la ceremonia de nupcias con Atenea y Poseidon como padrinos y con la protección de los "Cabilos" hermanos fundadores, junto a Cadmo, de la ciudad de Tebas. Escoltando a este mosaico destacan cuatro cuarteles entre ellos "la coronación de Antiope" Seguramente en La Malena se encuentra la concentración musivaria más rica de España.

En 1986 se descubrió a unos 2 Km. de la localidad de Azuara, una de las villas romanas de mayor importancia del nordeste peninsular, tanto por su tamaño como por su riqueza decorativa. Este tipo de villas son testimonio de la expansión del modo de vida y la cultura romanas en el territorio aragonés, sobre todo a partir del siglo I, después de la pacificación de la zona y tras el establecimiento de un sólido entramado jurídico y administrativo.

La invasiones visigodas acabaron con el imperio Romano, no obstante la vida de las villas no cambió dado que solo se implantó el modelo militar bárbaro. Esto explicaría los intentos de "reconstrucción" de algunos mosaicos mediante parches y "remiendos". La villa pudo verse empobrecida o en su caso rehabitada por algún militar visigodo.

Con la llegada del imperio islámico, Azuara es fundada como municipio y dotada de un recinto amurallado con salida a cuatro portales. Son estos mismos los que crean una red de regadíos traída de Arabia y asientan las bases que convertirían a Azuara en un pueblo de cierta envergadura en el futuro. El periodo de dominio musulmán en la zona se extiende hasta 1120 en el que Alfonso I ocupa la zona de forma indefinida.

En el año 1248, por privilegio de Jaime I, este lugar se desliga de la dependencia de Daroca, pasando a formar parte de Sesma de Trasierra en la Comunidad de Aldeas de Daroca, que dependían directamente del rey, perdurando este régimen administrativo hasta la muerte de Fernando VII en 1833, siendo disuelta ya en 1838.

De la Azuara medieval sabemos que fue un pueblo rico y autosuficiente, que nunca perteneció a ningún noble y siempre fue considerada Villa de Realengo. Frente a la comunidad, fue capital de la Sesma de Trassierra y aporto ilustres notarios a la capital Daroca. De las épocas de mayor esplendor destacan Nicolás Lobato, escultor del siglo XV que entre sus obras dirigió la del "sillero del Pilar" y Domingo Royo, albeytar consumado que escribió "Llave de Albeyteria" en el cual se definían las primeras transfusiones de sangre y órganos sobre animales. Los actuales veterinarios siguen estudiando con las bases implantadas por Domingo Royo.




AZUARA

Escudo cuadrilongo de base redondeada: En campo de gules con una planta de espliego florida, de oro y en los cantones del jefe, sendos escudetes de oro con cuatro palos de gules. Al timbre, Corona Real Abierta.Corona: Como vinculación a la casa real de Aragón, una corona abierta se hace destacar con su aro de oro engastado de rubíes, perlas y esmeraldas que sostiene a ocho florones de hojas de apio, tres de los cuales permanecen ocultas.

Escudo: Un fondo de rojo sangre envuelve una planta de espliego dorado, dando un significado de fortaleza y magnanimidad, y que nos da a conocer la gran existencia de esta planta en los alrededores; custodiada por dos escudos de oro con cuatro palos de gules que nos advierten de su pertenencia al antiguo reino y actual comunidad de Aragón.

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