domingo, 6 de octubre de 2019

Cantavieja (Teruel) Aragón

Cantavieja es un municipio de la provincia de Teruel en la Comunidad Autónoma de Aragón (España). Tiene una población de 707 habitantes (2022)

Iglesia de la Asunción
La iglesia de la Asunción fue construida según el modelo de la basílica del Pilar, al igual que otros templos de la comarca del Maestrazgo, como la Iglesia de Allepuz y la Iglesia de Cañada de Benatanduz, y es una de las parroquiales de mayor envergadura de la Provincia de Teruel. En la misma ubicación se encontraba la antigua iglesia parroquial gótica, de la cual solo quedan los tres arcos apuntados del pórtico y una pequeña portada a los pies de la iglesia actual.

A principios del siglo XVII se destruyó la antigua iglesia medieval para construir otra. De ella se conservan, únicamente e integradas en el templo actual, la torre y la portada lateral, que hoy es el acceso principal. El templo barroco se construyó entre 1730 y 1745, según un proyecto de Antonio Nadal.

Sufrió las consecuencias de la Guerra Civil, durante la cual fueron destruidos la mayor parte de sus suntuosos retablos, quedando únicamente testimonio fotográfico. Si bien se salvaron las pinturas murales y algunos fragmentos de retablos. Alguna de estas capillas pertenecía a las familias nobles de la comarca, como los Osset, cuya heráldica se conserva en la embocadura de una de ellas.
Restos del castillo de Cantavieja
Casa consistorial
Torre Castellote



Escudo de Cantavieja
En campo de plata un castillo o torre de su color natural, terrasado en sinople, en cuyas almenas, mirando hacia el cantón diestro del jefe, figura el perfil de una anciana tocando un tambor; a ambos lados del escudo unos leones rampantes en su color empinados sobre la fortaleza. 

Prehistoria y arqueología
En Cantavieja se localizan dos muestras de pintura rupestre: el Cerradico Casa Granja y la Masía del Tosco. Son cuevas con grabados rupestres, pocetas y cubetas con cazoletas y canalillos cruciformes.
En la Cueva de los Toros, abrigo situado a 1000 m de altitud, se han llevado a cabo campañas de excavaciones en 1984 y 2004. En la secuencia estratigráfica aparecieron, en un primer nivel, cubetas circulares (posiblemente hogares)​ cuya datación es neolítica de hace unos 5880 años. En un segundo nivel se encontraron raspadores sobre lámina, algunos buriles y un relativamente importante lote de laminitas y puntitas de dorso, material que se ha adscrito al magdaleniense. Un tercer nivel, cuya datación es de hace aproximadamente 35000 años, corresponde a un musteriense relativamente tardío. Esta última datación tiene especial relevancia ya que indica la pervivencia de Homo neanderthalensis en el Maestrazgo turolense en momentos tardíos, quienes coexistirían con los primeros humanos modernos (Homo sapiens) en la península ibérica.
Historia
De acuerdo a la leyenda, Cantavieja fue fundada por Amílcar Barca, quien llamó al lugar Cartago Vetus.
Edad Media
En la Edad Media, Cantavieja fue enclave musulmán hasta la conquista cristiana en 1169 por parte de Alfonso II de Aragón e, inicialmente, fue donada a la Orden del Santo Redentor. En 1197 ya estaba formada la encomienda, siendo su primer comendador Miguel de Luna.​ Durante la Baja Edad Media, Cantavieja fue cabeza de la Baylía de Cantavieja, siendo cedida el 29 de noviembre de 1212 a los caballeros templarios. Recibió su Carta Puebla de manos del maestro provincial, Folch de Montpesat, en abril de 1225. Su último comendador fue Ramón de Galliner, en 1307, y al año siguiente fue asediada varios meses hasta su rendición al ser anulada la Orden. El historiador Jerónimo Zurita, en sus Anales de la Corona de Aragón, así lo refiere: «fue contra el castillo de Cantavieja y contra los castillos que estaban en aquella comarca un caballero de mucho uso y noticia de las cosas de la guerra que se llamaba Berenguer de Tobía y tuvo muchos días cercado el castillo; y al fin se rindieron y se les ocuparon todas sus fortalezas y rentas y se secrestaron y pusieron en poder de los oficiales reales; y las personas se pusieron en prisión en diversos lugares y castillos del reino».
En 1317, la villa pasó a ser posesión de la Orden de San Juan de Jerusalén tras la desaparición de la Orden del Temple, ya que todos los lugares y bienes de los templarios en Aragón fueron unidos e incorporados a la Orden de San Juan, saliendo ésta muy acrecentada y enriquecida. La encomienda sanjuanista estaba formada, además de por Cantavieja, por Mirambel, La Iglesuela, Villarluengo, La Cañada, La Cuba y Tronchón.
Edades Moderna y Contemporánea
El comercio de lana y la ganadería hicieron que durante el siglo XVIII Cantavieja prosperara económicamente. Son de este siglo algunos de los principales edificios que se conservan, como la ermita de Loreto (1700) y el Hospital de San Roque (1775). Asimismo, en 1745 se amplió la iglesia parroquial de la Asunción.
La villa siguió dependiendo de la Orden del Hospital hasta el siglo xix, cuando con las desamortizaciones se crearon los ayuntamientos. Cantavieja se constituyó como ayuntamiento en 1834, formando parte del partido judicial de Castellote, para incorporarse en 1965 al partido judicial de Alcañiz.​
Guerras Carlistas
Especial trascendencia en la localidad tuvieron las Guerras Carlistas. Aunque inicialmente en Cantavieja se habían resistido a las exigencias de los carlistas, a medida que fueron conscientes de su soledad frente a ellos (ya que el gobierno muy poco podía hacer para defenderles), adoptaron una posición más pragmática que minimizaba los riesgos de la guerra para los vecinos. Así, en abril de 1836, durante la Primera Guerra Carlista, el general Ramón Cabrera, apodado el Tigre del Maestrazgo, la convirtió en la capital de la Comandancia General del Maestrazgo.
Buenaventura de Córdoba, historiador del siglo XIX, describe en aquella época a Cantavieja como «una villa de Aragón, situada en terreno montuoso... cercada de antiguas murallas, y cuya población no baja de 2000 habitantes. Si el enemigo fortificaba esta villa, fácil le era sujetar las inmediatas y estrechar la línea carlista. Los batallones de Cabrera recibían cada día nuevos refuerzos, y la misma juventud, que miraba con tanta repugnancia el servicio de las armas cuando el gobierno de la Reina hacia un llamamiento para el reemplazo del ejército, alistábase voluntariamente en las filas realistas animada de un mismo espíritu y sentimiento». Por ello, se acometieron mejoras en las fortificaciones de la villa y se crearon una academia para la formación de oficiales, dos hospitales y una fundición de la que salieron los dos primeros cañones para el ejército carlista.
Aprovechando la ausencia de Cabrera y otros jefes rebeldes, el general cristino Evaristo San Miguel intentó dar un golpe al cuartel general del carlismo en el Maestrazgo y comenzó los preparativos para el sitio de Cantavieja (octubre de 1836); comenzado el asedio, los defensores abandonaron la plaza sin apenas resistencia.
Con el fin de reconstruir la confianza perdida, la reconquista de Cantavieja era un elemento primordial para los carlistas. La operación corrió a cargo de Juan Cabañero, quien consiguió apoderarse de la plaza en abril de 1837. A partir de ahí, se reforzó la importancia de la villa, instalándose en ella una imprenta, talleres de vestuario y fábricas de pólvora. Incluso volvió a imprimirse un periódico en la población, denominado Boletín del Ejército Real de Aragón, Valencia y Murcia.​ El 24 de julio de ese mismo año, Carlos María Isidro de Borbón visitó Cantavieja, siendo recibido con todos los honores. Ya en 1838, el 7 de marzo hicieron su entrada en la localidad las tropas carlistas que, al mando de Cabañero, habían sido derrotadas en su intento de ocupar Zaragoza, suceso posteriormente conocido como la «cincomarzada».
El pacto en el frente del norte entre Espartero y Rafael Maroto (el abrazo de Vergara) permitió a los gubernamentales destinar todos sus recursos a la guerra en el Maestrazgo. De esta manera, una vez tomadas Castellote y Aliaga, los ejércitos liberales se presentaron ante Cantavieja, con el final de la guerra ya inminente.
El comandante recibió órdenes de Cabrera de abandonar la plaza, quemando antes almacenes e instalaciones y volando el almacén de pólvora del castillo. Cantavieja fue finalmente ocupada por las tropas gubernamentales el 11 de mayo de 1840.
Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, refiere que Cantavieja «situada en un llano, sobre un peñón fuerte que forma un triángulo casi perfecto» contaba en esa época con 254 casas en su interior, distribuidas en dos plazas principales y varias calles bien empedradas; sólo 154 de las casas estaban habitadas, ya que las otras 104 se hallaban abandonadas al haber sido quemadas en la contienda carlista.
Años después, durante la Tercera Guerra Carlista, Cantavieja volvió a servir de cuartel al general Marco de Bello.​ En los inicios del alzamiento de 1872, este militar, comandante general de los carlistas aragoneses, salió a campaña el 24 de abril, pero fue herido y derrotado en Cantavieja. Al año siguiente, volvió a levantarse en armas y convirtió a Cantavieja en la «metrópoli carlista del centro», estableciendo una escuela de cadetes, un taller de reparación de armas y una fábrica de cartuchos en la villa. El ejército liberal, al mando del general Despujols, intentó tomar la población infructuosamente en abril de 1874. A partir de este momento, la táctica de los gubernamentales consistió en ir cercando al ejército carlista desde los fértiles llanos de Castellón hacia las abruptas áreas del Maestrazgo, con el fin de dificultar el abastecimiento de víveres. El asedio definitivo a Cantavieja (último escollo para acabar con la guerra) comenzó en 1875, siendo manifiesta la superioridad militar del ejército liberal. Tras una tenaz resistencia por parte de los defensores, el 6 de julio quedó prisionera toda la guarnición, finalizando con este episodio la última de las guerras carlistas.​
Siglo XX
Ya en el siglo XX, Cantavieja y el conjunto del Maestrazgo se vieron afectados por la Guerra Civil y la posterior actividad del «maquis».
Demografía
Cantavieja tenía 1943 habitantes en 1857,​ siendo entonces el segundo municipio con más población del partido judicial de Castellote, al cual pertenecía. A lo largo del siglo XX, su población se redujo desde los 1942 habitantes de 1900 a los 759 de 2001. Sin embargo, se observa cierta recuperación en el siglo XXI: en 2022, el municipio cuenta con 707 habitantes (INE).
***
Tabla con la evolución del número de hombres ,mujeres y total a lo largo de los años.
Evolución de la población desde 1900 hasta 2022
AñoHombresMujeresTotal
2022370337707
2021388346734
2020386343729
2019368341709
2018373341714
2017380337717
2016381331712
2015393348741
2014377347724
2013375349724
2012392353745
2011405352757
2010396352748
2009409349758
2008395340735
2007398329727
2006412336748
2005416331747
2004407333740
2003385337722
2002376334710
2001362325687
2000386348734
1999391354745
1998375343718
1996387355742
1995394353747
1994394358752
1993396361757
1992404360764
1991400350750
1990425361786
1989425361786
1988428361789
1987434368802
1986435371806
198100823
1970001.034
1960001.289
1950001.561
1940001.558
1930001.817
1920001.924
1910001.982
1900001.942


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