Esta localidad se ubica en lo alto de un cerro alargado sobre el barranco de El Soto, a los pies de La Peña Montañesa. Su perfil irregular se dibuja en el paisaje como una réplica a menor escala de la gran mole de piedra que lo cobija.
Este núcleo ha sabido conservar el especial encanto que marcaron en siglos pasados sus habitantes y los monjes que, en su trayecto al Monasterio de San Victorián, hacían su parada habitual en este núcleo para meditar y transmitir su cultura.
Los vecinos y vecinas de esta localidad, que en su día estuvo fortificada para protegerse del enemigo, han rehabilitado sus casas respetando las construcciones y el entorno del Pirineo.
La sorprendente disposición de sus casas, con claro sabor medieval, asombra al visitante. En la plaza, pequeña e irregular a los pies de la iglesia, nace la calle única que discurre con un trazado ligeramente quebrado, flanqueada por los sólidos muros de piedra de las casas que la dibujan.
Las casas, de mampostería y sillarejo, con cubierta de losa o teja, abren su puerta principal a la calle, que acaba en rinconada ciega tras atravesar un pequeño paso abovedado. Todavía se conserva, al comienzo de la calle, la base de piedra de una prensa de vino, protegida por un tejadillo de losas.
Destaca Casa Coronas, que presume de ser la casa fechada más antigua de Sobrarbe. Posee una ventana adintelada y biselada, con el dintel labrado en ángulo conopial albergando una inscripción con la fecha 1549.
El Pueyo de Araguás dependió del Señorío de Barbastro hasta 1610 y en 1711 pasó a ser corregimiento de Benabarre. En la actualidad es cabecera municipal.
Iglesia Invención de la Santa Cruz (s.XVI)
De nave rectangular con cabecera recta orientada al Este y tres capillas laterales se erige con sillería rústica. La puerta se abre al sur en arco de medio punto. La torre, adosada al muro meridional, se divide en cuatro cuerpos desiguales y remata con un esconjuradero.
La mazonería del retablo (s.XVIII), de madera dorada, procede del Monasterio de San Victorián, y la pila bautismal (S.XVII) de una capilla de la aldea de La Caixigosa.
Ermita de Santa Ana
Sobre el río Cinca, se erige esta obra de mampostería sobre planta rectangular con cabecera recta y puerta a los pies, cubierta por bóveda de cañón.
Ermita de Santa Engracia
Ubicada en las proximidades de la Caixigosa, observa la panormámica del valle del Cinca. En sus alrededores encontrarás vestigios de la Guerra Civil de trincheras y puestos de ametralladoras para vigilar el acceso a Francia en la carretera que sube de Barbastro a Huesca.
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