San Esteban de Litera es un municipio y localidad español de la provincia de Huesca perteneciente a la comarca de la Litera, comunidad autónoma de Aragón. Se sitúa a 83,2 km de Huesca. Tiene un área de 71,90 km², con una población de 586 habitantes (INE 2022) y una densidad de 7,33 hab/km²
IGLESIA DE SAN ESTEBAN
Iglesia de ladrillo aparejado a tizón sobre basamento de piedra sillar de yeso. Es de planta rectangular constituida por tres naves, la central más ancha que las laterales, y cabecera poligonal de tres lados. En alzado se refleja la estructura interna de la iglesia destacándose claramente el volumen más elevado de la nave central, los cimborrios octogonales de las cinco capillas que conforman cada una de las naves laterales y los contrafuertes que apoyan los paños del ábside. La cubierta es de teja árabe, a doble vertiente sobre la nave central, dividida en paños sobre el ábside y continua a una vertiente sobre las capillas.
La fachada es un gran muro de ladrillo totalmente liso que como un gran telón oculta por completo el templo. Desde la base rectangular, tan ancha como el propio edificio, va reduciendo progresivamente su anchura conforme gana en altura lo que le da una forma triangular que culminaba originalmente en una espadaña de doble hueco totalmente integrada en la fábrica de ladrillo y en la actualidad tabicada. Lo más singular es el perfil mixtilíneo generado mediante un juego de curvas y contracurvas bordeadas por una cornisa en ladrillo aplantillado que logran animar una fachada que resultaría de otra forma muy monótona. El acceso a la iglesia se realiza a través de una portada en piedra de yeso muy deteriorada, formada por un arco de medio punto flanqueado por pilastras acanaladas que han perdido su capitel y sobre ellas una hornacina que repite el modelo de la puerta, con pilastras sobre mensulones y que ha perdido todo su remate. Sobre el muro de ladrillo queda la impronta de una decoración desaparecida que enmarcaba toda esta parte superior de la portada. Flanquean la hornacina dos óculos circulares.
El espacio interior, de gran amplitud y altura, se articula en tres naves mediante arcos formeros de medio punto que apean sobre gruesos pilares decorados mediante pilastras dobles de capitel corintio. Sobre ellas corre un potente entablamento moldurado que continúa por el ábside y por los pies de la iglesia unificando todo el espacio. Sobre él descansan las bóvedas de crucería estrellada de complicado diseño que son las del primitivo templo tardogótico y que se conservan en la nave central y en el ábside. Las capillas de las naves laterales se cubren con cúpulas sobre pechinas cuyo interior queda dividido mediante nervios en paños con lunetos en los que se abren ventanas. Las pechinas de una de las capillas están decoradas con pinturas murales barrocas en las que se representa a los Santos Padres de la Iglesia, aunque muy oscurecidas.
El muro de los pies avanza en su parte central hacia el interior de la iglesia. Abajo se sitúa la puerta de entrada ricamente tratada como una portada, flanqueada por columnas adosadas y entablamento, y encima el coro, que repite el mismo diseño con cuerpo avanzado en su planta.
La iluminación se logra mediante los óculos que iluminan el coro, dos óculos abiertos en los paños laterales de la bóveda del ábside decorados con marco de yeso de gusto dieciochesco y los lucernarios de las capillas laterales.
Todo el interior está enlucido, pero se ha perdido por completo debido a la humedad en los pilares del lateral izquierdo que dejan a la vista su fábrica de sillería.
Entre los bienes muebles destaca el retablo mayor barroco.
San Esteban de Litera
Escudo cuadrilongo con base en punta. Cuartelado 1º en campo de azur un caballero rampante terrasado de pardo. 2º en campo de plata la imagen de San Esteban. 3º las barras de Aragón. 4º partido primero en campo de plata un león rampante púrpura; segundo en campo de gules un castillo de oro, mazonado de sable y aclarado de azur. Adosad al escudo un águila de dos cabezas de sable. Timbrado con corona imperial.
Tabla con la evolución del número de hombres ,mujeres y total a lo largo de los años.
Evolución de la población desde 1900 hasta 2022 | |||
Año | Hombres | Mujeres | Total |
2022 | 305 | 281 | 586 |
2021 | 300 | 270 | 570 |
2020 | 288 | 259 | 547 |
2019 | 270 | 265 | 535 |
2018 | 257 | 249 | 506 |
2017 | 246 | 239 | 485 |
2016 | 252 | 246 | 498 |
2015 | 258 | 240 | 498 |
2014 | 258 | 237 | 495 |
2013 | 263 | 238 | 501 |
2012 | 270 | 232 | 502 |
2011 | 267 | 242 | 509 |
2010 | 272 | 254 | 526 |
2009 | 275 | 252 | 527 |
2008 | 286 | 264 | 550 |
2007 | 250 | 247 | 497 |
2006 | 256 | 256 | 512 |
2005 | 273 | 268 | 541 |
2004 | 284 | 278 | 562 |
2003 | 288 | 284 | 572 |
2002 | 293 | 292 | 585 |
2001 | 302 | 300 | 602 |
2000 | 302 | 302 | 604 |
1999 | 302 | 307 | 609 |
1998 | 317 | 317 | 634 |
1996 | 331 | 327 | 658 |
1995 | 351 | 342 | 693 |
1994 | 344 | 349 | 693 |
1993 | 344 | 352 | 696 |
1992 | 343 | 352 | 695 |
1991 | 336 | 353 | 689 |
1990 | 381 | 399 | 780 |
1989 | 391 | 406 | 797 |
1988 | 395 | 410 | 805 |
1987 | 397 | 419 | 816 |
1986 | 395 | 422 | 817 |
1981 | 0 | 0 | 826 |
1970 | 0 | 0 | 937 |
1960 | 0 | 0 | 1.302 |
1950 | 0 | 0 | 1.558 |
1940 | 0 | 0 | 1.542 |
1930 | 0 | 0 | 1.675 |
1920 | 0 | 0 | 1.737 |
1910 | 0 | 0 | 1.748 |
1900 | 0 | 0 | 1.492 |
Historia
Se han encontrado restos en el Valle del Sosa y en Olriols, que denotan los primitivos poblamientos. El segundo yacimiento está aún en fase de investigación, a pesar de que se han encontrado cantidad de materiales depositados en el Museo Provincial y en la Casa Parroquial de Binéfar.
Cerca de San Esteban hubo muchas poblaciones que desaparecieron o fueron abandonadas por sus moradores, muchos de los cuales fueron a residir a la villa. Éste sería el caso de Olriols (nombre popularizado gracias a los documentos generados en el BOE con motivo de la construcción del Canal y Cataluña; en el habla local de Santisteva se pronuncia El Riol, los tamaritanos le llaman Alriols. En la visita ad limina, en 1622, del obispo Serra aparece ORIOLS –Ecclesia parrochialis de Oriols, cum suo rectore, Iglesia parroquial de Oriols, con su rector–, Vinomás, Maimó, Rocafort, Pelegriñón (variante en el habla viva Palagriñó), Alcaná, etc.
Probablemente el nombre de la villa proviene de la denominación del primitivo castillo, dedicado al protomártir San Esteban (Sanctus Stephanus), hoy en ruinas, pues tan sólo se conserva un torreón.
Tomado por los musulmanes, al igual que el resto de las villas y lugares literanos, Sancho Ramírez lo recuperó de forma esporádica en 1064 y se perdería probablemente tres años después. En 1089 es reconquistado de nuevo por el mismo Sancho Ramírez y quedará incluido dentro de los límites del llamado Reino de Monzón. De nuevo se perderá por las continuas incursiones musulmanas, intentando recuperarlo Pedro I de Aragón, aunque será su hermano Alfonso I de Aragón el que en 1107 pondrá cerco a la población y también a Tamarite. Una nueva algara musulmana hará que se pierda de nuevo para ser definitivamente reconquistada por Ramón Berenguer IV el Santo entre 1143 y 1149. En 1209, se nombran en Los Anales de la Corona de Aragón, los castillos de Palagriñó y Rocafort, pertenecientes al entonces recién fallecido Armengol VIII, último Conde de Urgel de la primera dinastía.
Durante el reinado de Pedro IV, San Esteban volverá a adquirir un cierto protagonismo al entablar dicho rey negociaciones con María de Portugal, viuda de Fernando de Aragón, señora de Albarracín, para llevar a cabo un tratado por el cual San Esteban y Tamarite serían entregadas a cambio del señorío de Albarracín.3 Esto se llevó a cabo sin contar para nada con ambas poblaciones, pues el rey disponía lo que él creía conveniente para el reino de Aragón, sin consultar a los afectados.
San Esteban, sigue dando nombre a la parroquial que se edificó fuera del castillo, en el recinto de la población y que fue consagrada en 1450. En 1585 en las cortes de Monzón y Binéfar la guardia del rey Felipe II de España se albergaba en la población, lo que supuso todo un acontecimiento en aquellas fechas. Contaba en aquellos momentos la villa con 150 vecinos.
Tuvo que sufrir los horrores de la guerra de 1642 y la temible peste bubónica aparecida en 1648, que se prolongó ocho años, diezmando la localidad.
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