Samianigo plaza de España
Panorámica de Sabiñánigo
Vista de Satué
En la orilla izquierda del Gállego, un par de kilómetros antes de llegar a Lárrede sobre un altozano a la derecha de la carretera se sitúa la pequeña población de Satué, perteneciente al ayuntamiento de Sabiñanigo.
Su parroquial de advocación a San Andrés está en el punto más elevado del pueblo. Data su construcción de 1050-1060 y está considerado como uno de los ejemplares más puros del estilo larredense.
Iglesia románica de San Pedro en Lárrede (siglo XI).
Vista de Santa Orosia y Oturia
Aragonés: Escudo de Samianigo, en Uesca (España)
Español: Escudo de Sabiñánigo, en Huesca (España)
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El origen de Sabiñánigo es romano y parece estar vinculado con el establecimiento de una mansión militar, fundada en torno el siglo II, a orillas de la calzada que comunicaba Osca (la actual Huesca) con los baños termales de Panticosa. En 1972 se celebró el bimilenario de la fundación de la ciudad, al considerar que Calvisio Sabino (propretor de las Galias) fundó Sabiniano a la conclusión de una campaña de pacificación en Hispania.
La primera mención histórica de Sabiñánigo documentada es de 1035 en donde aparece como Savignaneco, y se refiere a su incorporación al Reino de Aragón. Hacia 1137, en plena época medieval, ya se cita su condición de villa de realengo, categoría que mantendría siglos después. Desde esa época el enclave gozó de privilegios, no estando subyugado a ningún señor rural hasta la época Moderna, cuando perdió esta condición aventajada.
Pedro II, en 1206, donó su iglesia de San Acisclo a García de Gúdal, obispo de Jaca (Huesca). Y finalizando la Edad Media (1492), Fernando el Católico intervino para fijar los límites de sus términos y solucionar los problemas que planteaba el estar vacante las caballerías de honor de este lugar
Durante el siglo XVI se siguió pagando el impuesto de las caballerías y comenzó un cierto despegue económico. En 1594, se procedió a firmar una concordia con los ganaderos del valle de Tena relativa al paso de los ganados trashumantes por los términos de la villa de Sabiñánigo y por los de sus aldeas dependientes. Sin embargo, a juzgar por los documentos, el lugar parece que se arruinó en 1696.
Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, describe a Sabiñánigo como un pequeño pueblo de 28 casas, aunque con casa consistorial y cárcel; también indica que subsistía por su agricultura y ganadería, produciendo sus tierras «trigo puro y de mistura, legumbres, patatas y pastos».
A finales del siglo XIX, comenzó la construcción de la vía férrea que uniría Zaragoza con Francia por Canfranc. Con la llegada del ferrocarril en 1893 se construyó una estación de tren cerca de Sabiñánigo pueblo; alrededor de dicha estación empezó a crecer un nuevo núcleo de actividad, abriéndose comercios y hospedajes en torno al camino que pronto se denominaría Paseo de la Estación. El nuevo Sabiñánigo se convirtió en lugar de paso obligado hacia el Balneario de Panticosa, donde acudía gente con el fin de tomar las beneficiosas aguas termales; tras unas cinco horas de tren entre Zaragoza y Sabiñánigo, tomaban unos carruajes —autobuses a partir de 1909— que les conducían al citado balneario.
El Barrio de la Estación empezó a tener mayor protagonismo que el núcleo urbano original, e iba consolidándose gracias, primero a los comercios, y luego a la implantación de fábricas. Tanto fue así, que en 1916 el propio Ayuntamiento se trasladó al Barrio de la Estación.
Las fábricas dieron el impulso definitivo a la emergente ciudad. En 1920 EIASA, sociedad franco-española, estableció una moderna fábrica química que marcaría un hito al conseguir por primera vez a nivel mundial la síntesis de amoníaco a partir de hidrógeno. Pronto se instalaría AESA, encargada de la fabricación de aluminio laminado, siendo la primera empresa española en producirlo.
En la década de 1950 Sabiñánigo incorporó el municipio de Sardas y parte de Cartirana. En la década siguiente absorbió Acumuer, Cartirana, Gésera, Jabarrella, Orna de Gállego y Senegüé y Sorripas, y partes de Ena, Guasa y Oliván. En la década de 1970 incorporó parte de Laguarta.
Durante la Guerra Civil, entre septiembre y noviembre de 1937, tuvo lugar en la zona la Batalla de Sabiñánigo, en la que la 43.ª y la 27.ª divisiones del Ejército de la República lanzaron una ofensiva contra la I Brigada de la 51.ª División Nacional y voluntarios como los Panteras del Valle de Tena y la Compañía de Esquiadores. El ejército republicano finalmente no consiguió conquistar Sabiñánigo —ya entonces importante centro fabril—, a pesar de haber estado a punto de cercarlo. La batalla se saldó con un número total de bajas de aproximadamente 6 000 efectivos.
Sabiñánigo también es tristemente conocido porque, en los años 70 y 80, una empresa de pesticidas generó una importante contaminación que afectó a parte del municipio. Técnicos del Gobierno de Aragón han calculado que entre 1975 y 1989 fueron arrojadas entre 115000 y 160000 toneladas de residuos tóxicos de la producción de lindano en dos vertederos del municipio.En la actualidad, Sabiñánigo es considerado uno de los lugares más contaminados del país.
En noviembre de 2017 se comenzó con el encapsulado de los residuos de lindano en Sabiñanigo para ser incinerados en Francia.
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